Las instituciones financieras y no financieras pueden adoptar todos y cada uno de los casos de uso como Marca Blanca (White Label).
Customizamos todos nuestros casos de uso con la marca de nuestro cliente, a fin de robustecer su propuesta de negocio, acelerar ejecución, y fortalecer los flujos de ingresos existentes mientras creamos otros nuevos.
La estrategia de marca blanca permite a una compañía ofrecer productos y servicios sin invertir tiempo y dinero en diseño y desarrollo propios. El desarrollo de soluciones propias, aunque tentador, implica inversiones importantes de presupuesto y recursos, sin garantía de ROI. Etiquetar plataformas y soluciones de terceros como propias, minimiza la inversión y maximiza el retorno, mientras acelera drásticamente el time to market.